miércoles, octubre 10, 2007

El maravilloso inicio de un nuevo curso

Bienvenidos todos al nuevo curso, que viene con esta revista debajo del brazo. El nuevo curso se caracteriza por darte cuenta (de nuevo) que hay que hacer colas para conseguir numero para hacer la matricula, mientras tus amigos de otras universidades las hacen desde su casa tranquilamente. Este año nos dieron esperanzas con el famoso email de la "matricula online", pero no se como algunos pudimos picar, sabiendo que lo mas parecido a un ordenador que vemos mientras damos clases son los proyectores de transparencias.
Despues del mal trago de la matricula, consigues acomodarte un horario "decente" en el que los lunes tienes una clase optativa a las 12:30, martes una a primera hora y otra a las 4:30 y miercoles y jueves tienes 10 horas de clase. Para colmo comienzan las clases y compruebas con entusiasmo como han puesto mobiliario nuevo para que quepan mas personas en clase. ¡Bien! En noviembre-diciembre, con la gente recien salidita del metro en hora punta, con sus abrigos y mochilas bien sudados, rezaremos a San Axe de todos los olores por que un dia aparezca y bendiga las clases con su spray justiciero. No quiero ni pensar en una clase de materiales 2, o estructuras 1 por la mañanita, con 160 personas transpirando al unisono...si el año pasado llegaba a oler mal, este año sera terrible. Por eso llamo no al rezo, sino a la ducha diaria, a que nos bañemos en colonia y pensemos en ese compañero de al lado, que se queda palido cuando se le mezclan los churros del desayuno con ese aroma tan denso que se puede masticar.

Sin mas ni mas, hasta la proxima.
¡Suerte para el curso!

1 comentario:

Anónimo dijo...

...Un año...
un año...
¿UN AÑO?
Te mato...
Al principio pensaba que era cuestión de tiempo, que publicarias algo pronto. Luego, que como no pasabas mucho por tu refugio no podías conectarte. Pero tanto tiempo...
No, y lo peor es que nos sentiremos culpables por no haberte contestado apenas, y eso que me sentía excusado porque me falla más que una escopeta de feria.
Lo dicho, que aunque no contestemos, estamos ahí, leyendo en voz baja. Esperando que caiga algo más. ¿Cómo no íbamos a leerlo? Son cortitas.
Esperamos verte pronto por aquí, un abarzo.