miércoles, octubre 08, 2008

Retomando viejas costumbres

Muy buenas a todos los lectores de este blog. Dudo que quede alguno mas aparte del que me lo ha confirmado, ya que llevo 358 dias sin actualizarlo, exactamente un curso completo. Esta entrada se la dedico al señor Judas.

Como dice el titulo, he estado pensando mucho este verano sobre las viejas (y buenas) costumbres. Hay situaciones que hacen que dejes de lado cosas que eran buenas y agradables, y hay otras ocasiones en el que sin saber como vas dejando de hacer algo poco a poco, hasta que, si tienes suerte, te das cuenta de que ya no lo haces. Porque la mayoria de las veces no te das cuenta. Cuantos no tenemos viejos amigos con los que perdimos el contacto, simplemente porque un dia dejasteis de quedar. A mi me ha sucedido eso con bastantes personas, algunas de las cuales he tenido la suerte de volverme a cruzar por los senderos de la vida.

Este blog es una de esas cosas que sin querer dejas de hacer. Para mi era una satisfaccion, escribir no solo para mi, sino para que otros me leyeran, es algo que me hacia, y me hace, sentir bien.

Este año entero que he permanecido en silencio, creo que ha sido uno de los que mas he madurado y mas he crecido personalmente. He conocido a multitud de personas nuevas, y todas me han aportado algo. He aprendido a ser mas fuerte (si, eso se puede aprender), a confiar hasta donde la gente merezca, a pensar que hay mas formas de entender el mundo que la que yo tengo. Y he aprendido que la confianza se debe ganar, no hay que darla sin merecerla. Duro, pero justo.

Y lo que mas me jode haber aprendido, que la principal causa, y por tanto solucion, de todos los problemas es el jodido dinero!!

Bueno señores, siento que este post me haya salido tan serio, pero es que me ha dado por pensar. Prometo no hacerlo muy a menudo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

...Y te lo agradezco.
Bien, bien, cumpliendo tu palabra ¿eh? solo por eso te perdono que te haya dado por pensar. No te falta razón, es la definición misma de la vida: nacer, crecer y morir; un cambio eterno e imparable. La dejadez que nos hace perder tantas cosas, es nuestra condena. Qué fácil es quedarse quieto, nos hemos acostumbrado a lo sencillo, lo justo para vivir, y por eso resulta tan gratificante cuando por una vez te sientes vivo, levantándote con ímpetu para alcanzar aquello que siempre habías querido pero ni siquiera has intentado... antes.
Espero que seamos tan valientes como para levantarnos más a menudo, darle algo de sentido a nuestros días y sentirnos valiosos.
Te animo a seguir dando fuelle, aunque este texto me conmueve, sacar algo bueno de ti para compartirlo con quien quiera que lo lea...
Ánimo, y adelante. Un abrazo y unas gracias,
Judas

Anónimo dijo...

Es un post bastante difícil de comprender cuando faltan entradas desde hace un año, no obstante ya iba siendo hora de actualizar ;)

PD: no estés desanimado ni rayado joder que la vida son dos días ;)

Un abrazo de tu nuevo fan incondicional